.
.
La herida tiene un único borde
que la circunda, igual que los labios,
superior e inferior ciñen la boca,
la abren o la cierran.
Pero no hay dos orillas para una herida
aun cuando ésta sea ya cicatriz añeja.
Pamplinas. Si me hablas de la parte de allá
y de la parte de acá, sólo estás intentando argumentar algún pecado.
Algo oscuro de lo que te avergüenzas pero justificas.
Por eso pones dos bordes a la herida,
y te pasas de un lado al otro según el picor de la sanación
o el avance de la infección.
Se sangra o no se sangra. No me jodas.
.
(Madrid, 12 de octubre de 2010)
© 2010 David Lago González
3 comentarios:
Te ha quedado precioso el blog, y los poemas son extraordinarios. Una belleza.
Pura casualidad, amiga. Esta cosa de la técnica informática... voy descubriendo resultados un poco (bastante) a ciegas. Sé que hay maneras, por ejemplo, de añadir un foto que no sea de las plantillas predeterminadas, pero no sé cómo hacerlo.
Los poemas, bueno, no todo son heridas.
David lo felicito por el blog y especialmente los poemas los siento estremecedores y del "saber decir"
Ya estaré atento a sus nuevos trabajos,gracias.
Publicar un comentario