jueves, 19 de marzo de 2009

El otro lado

.

Los designios del poder quedaron del otro lado.

Mas ¿están realmente tan lejos como para sentirnos a salvo?

Como el sol, con su inclinación,

cual sombra unas veces se adelantan

y otras nos persiguen.

Cuando hablan de formas de gobierno, óyelos,

parece que les asiste una vasta sabiduría,

una longeva experiencia en equidades salomónicas:

habla la serenidad y la justicia

de los que no somos sino torcidos viejos retoños

de un injerto mal habido y obstinado

en la pupila de una visión

que, como la fantasía del corazón eternamente joven,

no quieren perder.

Los que osan expresar su desacuerdo,

quedan ahora del otro lado.

Y el otro lado es un laberinto,

tan sólo un laberinto del que ninguno salimos bien parado.

.

© 2009 David Lago González

Etiquetas de Technorati: ,

1 comentario:

Ana Gonzalez dijo...

Precioso, profundo con desgarro todo lo que escribes, me encanta.