.
( How Molecules Are Measured pendant by Keith Lo Bue)
.
DE REPENTE todo se relativiza,
y la mañana es una ola inmóvil
que se viene abajo como un edificio dinamitado;
como una palabra que se corta, silenciosa, bajo una mirada fría.
De repente, el día que fue ayer
ya no es la trama de la historia que debemos continuar
sino un recuerdo que termina mal,
que se enreda y trastabilla como un pantalón a medio subir
cuando llaman a la puerta.
De repente, el otoño es invierno
y los árboles se desnudan, fríos como una verja.
Tus manos definitivamente se adelantan a la lluvia
y su humedad mancha las barras de los bares,
los manteles de las mesas donde comes,
como culos de heladas botellas.
Y en esos terribles momentos cierras los ojos y rezas como un niño,
o le preguntas a Dios cosas muy tontas,
y quisieras empezar de nuevo, de repente, a vivir otra historia.
1996. 7 de enero.
© 1996 David Lago González
2 comentarios:
Siempre le preguntamos cosas tontas... es por eso que esos momentos de dudas banales sirven para grandes poemas.
Muy bonito David un saludo.
Publicar un comentario