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For the Benefit of Mr. Kite
There will be a show tonight on trampoline…
John Lennon
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En beneficio de Mister Kite
habrá esta noche un espectáculo sobre el trampolín...
y, nunca mejor dicho, ..................sobre el trampolín.
Mr. Kite, como antes le sucediera a Miss Otis,
ya no está en disposición de tomar el almuerzo por más tiempo.
Un almuerzo que tarda toda la eternidad de la vida
no es ya un gusto sino más bien un disgusto:
la sopa fría, el arroz sin sal, el café sin cafeína y sin azúcar prieta.
Cómo se ha llegado a este punto ultimísimo de la tragicomedia, no se sabe...
o nadie responde o nadie acierta, no se sabe.
O Mr. Kite calla lo que conoce,
siempre fue un zorro que las mataba en silencio
para luego retornar a su modosito estado natural.
Tampoco es cuestión de detener la marcha del mundo por ello,
ni siquiera es menester de que saquemos a la vieja Ágata de su reposo
para descifrar tal misterio irrelevante: el veneno
venía con el frasco, y ambos en el precio.
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Ah, los Hendersons...,
tan encantadores en sus enlacados tupés estilo “vals para un millón”,
fósiles joyas de La Corona,
están todos por aquí, picoteando como gorriones de tapa en tapa
y con cuidado de no resbalar sobre el paté barato de salmón ahumado,
un ojo puesto sobre el evento social
y el otro parpadeando atento a la expectación de ese momento
en que el Señor Kite se lance a la piscina en medio del Albert Hall.
Pero qué más se puede extraer —aparte de la ironía— de una existencia
pautada siempre por la arbitrariedad de terceras partes...
Se ha vivido como se ha podido —se consuelan, tanto Kite como Otis—.
Se ha sido consecuente consigo mismo —comenta para sí Kite,
mientras Miss Otis le mira con sorna de reojo—.
Has jugado, muchacho, sobre el vientre de un ángel asesino.
Todo está bien. Tu vida es más plena que la de muchos de los presentes.
Así que... ¡cimbrea ese trampolín como la cintura de un adolescente,
y deja que el espectáculo continúe!
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And of course, Henry the Horse dances the waltz!!!
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(Madrid, marzo de 2006)
© 2006 David Lago González
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1 comentario:
Gran, gran poema.
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